martes, 14 de febrero de 2017

Crónica de Munich. Changeling V: El Museo Alemán

No pasó mucho tiempo cuando Periwink se fue hacia la tetería donde Fagó dijo que podría encontrarle. Allí se encontró con una Changeling tranquila, que parecía usar el té para sus habilidades. Con estos poderes, sumió a la Pooka en un recuerdo que le plantó más dudas sobre su amigo, su mentor y casi se podría decir su padre.


Cuando despertó, ya de noche, abandonó el local, resignada a no encontrarse con él. Pero no quiso el destino que así fuera y el Troll se tropezó con ella en la calle. Charlaron de sentimientos y de emociones que no podría transcribir por aquí. Pero finalmente Periwink se fue de allí enfadada y con más dudas que las que había traído.


Esa misma noche recibieron una misiva del barón, instándoles a atacar el museo que les había comentado Fagó. Con pocas ganas el grupo se puso en acción y se internaron en el enorme Museo Alemán de Munich, luchando ya desde el inicio con un par de Condenados.


Pero cuando las cosas se pusieron feas se retiraron ligeramente, temiendo verse superados. Estaban aguardando en las cercanías cuando vieron enormes bestias asaltando el edificio. Un par de ellas venían además hacia el grupo, que se preparaba para defenderse lo mejor posible contra aquellas monstruosidades lupinas. Pero no hubo lucha. Uno de ellos pareció reconocer el tipo de criaturas que eran, alguien a quien los personajes recordaban de una visión en el bosque del Ensueño.


Descartándoles como enemigos, el Hombre Lobo llamado Huesos del Destino les preguntó por su presencia aquí y les instó a marcharse antes de que las cosas se pusieran “peor”. Entonces los Changeling le comentaron sobre la destrucción del museo, cosa que el cambiaformas no pareció comprender muy bien.


La respuesta no tardó en llegar. Una serie de explosiones hicieron temblar la isla en la que se encuentra el museo y éste estalló por varias partes. Con un rugido de rabia e incredulidad, Huesos del Destino se lanzó hacia el edificio buscando a sus compañeros. Los Changeling corrieron tras él intentado ser de ayuda en aquella inesperada situación.


Tres Hombres Lobo cayeron esa noche. Finalmente los féricos volvieron a sus hogares, con la escena de las últimas horas en su cabeza.

Al día siguiente una ominosa tormenta golpearía la ciudad. Gaia lloraba por sus hijos caídos.

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