Una vez más nos vamos al Mundo de Tinieblas, acercándonos ya al desenlace de esta trama de intrigas, traiciones y sangre. Esta vez una crónica breve en la que resumo, mucho, una sesión bastante más larga y tensa.
Angelika y Rebeca quisieron seguir al
cazador, pero en ese momento alguien se interpuso. Tras tanto tiempo
buscándola, Ulrika los había encontrado a ellos, como hacía
siempre. Lo primero que les dijo es que no debían acercarse a aquél
hombre, como ya les había advertido con anterioridad. Y después
escuchó el torrente de dudas, a veces con tono de protesta, que
emitió la Brujah. Por su parte, Rebeca conservó un tono más
cortante, acorde a su personalidad.
Tras oír las nuevas y soltar algo de
información, especialmente sesgada, Ulrika les impulsó a seguir en
el resto de objetivos que les había marcado. Y así lo hicieron...
Contactaron con Theressa, la toreador del Sabbat que habían
reencontrado en el refugio de Nathan y pactaron con ella para que les
llevara hasta donde tenían a Maximiliam. Se citaron a la noche
siguiente en el centro comercial de la estación Olympia.
Al día siguiente, Víctor se pudo al
fin levantar de la cama, Justin seguía desaparecido y Phillip no
había vuelto. Este último recuperó la consciencia rodeado de
pergaminos, libros... Claramente había llegado hasta la capilla de
Sigmund. La gárgola le contó cómo lo había usado de cebo para
poder derrotar a los enemigos que los habían asaltado y luego lo
había arrastrado hasta la entrada que allí sólo él conocía.
El tremere se puso a buscar el ritual
que necesitaba para hacer de la gárgola su sirviente y así
protegerla de otros enlaces y en eso tardó tres noches, tal era el
cúmulo de tomos allí presentes. Por su parte, la pareja femenina
acudió a su cita y fueron guiados hasta el lugar donde estaba
prisionero Maximilian. Con buena dosis de ingenio y un buen
aprovechamiento de sus capacidades, consiguieron acceder a su
presencia. De lo que había sido el vampiro ya no quedaba casi nada.
Mutilado, con una estaca atravesándole el corazón, lleno de cadenas
y clavos... Aquél ser era una macabra broma de su propia figura.
Angelika se dispuso a acabar con su vida, como era su misión, y
mientras Rebeca tuvo que defenderla de los dos guardias que
descubrieron el pastel.
Entre ellas dos y Theressa consiguieron
salir de ahí, pero fueron interceptados por Nathan y su gente. La
toreadora se interpuso utilizando sus poderes, pero para el líder no
fue suficiente, que le disparó una bala en la frente.
Las otras dos huyeron hacia la ciudad,
consegudia su misión con este sacrificio. Mientras tanto, Viktor
cazaba y se encontraba con otro vampiro que lo invitaba a acudir a
cierta reunión de la camarilla convocada en el Eliseo al día
siguiente. Y hasta aquí la crónica de hoy. La próxima crónica de Vampiro será ya la sesión final... Hasta pronto.
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