"Efectuar operaciones comerciales o financieras con la esperanza de obtener beneficios aprovechando las variaciones de los precios o de los cambios."
Así define el DRAE el acto de
especular cuando nos referimos al precio de un producto. Esto es
áplicable a muchos, muchisimos tipos de producto diferente (algunos
más sangrantes que otros), pero en el ocio alternativo son no poco
llamativos.
Pero vamos a centrarnos en los juegos
de rol, y en un hábito que he observado y observo a diario en los
mercadillos, foros y demás sitios de venta de segunda mano.
Normalmente el precio de un manual es proporcional al tiempo que hace
que se editó y a lo limitado del lanzamiento.
No estamos hablando ya de la típica
acción, también abominable, de comprar una gran cantidad de un
producto limitado para luego revenderlo, no. En este caso el producto
surgió de forma tradicional, como uno más y seguramente se usó
durante mucho tiempo hasta que uno dejó de usarlo, le hizo falta el
dinero o necesitó espacio en su casa.
Algo que en su día costó el
equivalente a 30 euros, que puede estar afectado por el tiempo, puede
encontrarse en internet y seguramente haya sido usado incontables
veces, puede venderse por 100 euros y más. ¿Soy el único para el
que esto no tiene sentido? Es como si usamos un coche durante 20 años
y luego lo vendemos por el triple del precio por el que lo compramos,
solo porque ya no se hace.
¿Y cómo pasa esto? Vamos a analizarlo
un poco.
El efecto nostalgia
Si, la tan temida
nostalgia. Esto no solo vale para estafarte un HQ 25 Aniversario, no,
también para ventilarte 200 euros por algo que en su día costaba
50. Quizás de pequeño no tuviste aquél preciado suplemento. O a lo
mejor ya solo te queda el recuerdo de tus partidas de aquella caja
roja que no conservas.
Sea como fuere,
hay un hueco en tí que necesita ser cubierto. Y no te importa pagar
un precio elevado para llenarlo. Algunos luego se dan verdadera
cuenta de lo que han hecho, otros simplemente lo dejan pasar, sin
admitir su error. Pero claramente las partidas no volverán por mucho
que retorne el juego, ni podremos sacar a la mesa ese suplemento más
que desfasado.
El efecto coleccionista
Tienes 14
suplementos de la primera edición de Leyenda de los 5 anillos. Pero
te falta el suplemento de llevar osos panda voladores que no jugaba
ni el propio John Wick. Pero da igual, porque eres coleccionista, y
esa falla en tu colección es inconcebible. Así que pagas dicho
suplemento por un valor de 10 veces su precio, y así puedes observar
con orgullo tu colección, que por ese precio podría ser cuatro o
cinco suplementos más grande.
En esto hay un
punto añadido, y es que con DriveThru y la resubida de algunos
suplementos antiguos, uno no tendría por qué pagar tanto por un
producto viejo, pero “No, eso no es su edición original”. Y eso
es lo que vale, que en vez del sello de la imprenta de 2016, esté el
de la de 199X. Eso vale 80 euros, por lo menos.
Y a ver, no
critico a los coleccionistas. Yo mismo lo soy. Pero nunca he pagado
por un producto más de lo que pagaría si saliera ahora. Y si es
posible, pago menos.
Ejemplos
Para que se vea lo
sangrante del asunto, os traigo ejemplos reales, de D&D
concretamente, donde este tipo de prácticas se ven con más
asiduidad.
Voy a señalar
cuatro cajas, preferidas en esto de la especulación. Pondremos un
precio estandar, inflando un poco el de algunos productos similares
que podemos encontrar hoy: 60 euros.
Menzoberranzan y Bajo Montaña. Grandes adalides de la especulación, estas dos cajas sumarían entre ambas 120 euros, nuevas. Pero la primera se puede encontrar en el mercado por entre 130 y 150 euros, eso cuando no se le va la cabeza al vendedor. El segundo no parece bajar de 150. En ambos casos pasa su precio por más del doble. Yo tengo ambas, compradas casi nuevas. Pagué 50 euros por las dos juntas... Si las vendiera a 100 euros cada una, no solo pondría de las mejores ofertas del mercado, sino que encima sacaría 4 veces lo que gasté.
Reinos Olvidados. Escenario de Campaña.
Otro de los elegidos. El famoso escenario de Reinos Olvidados para
AD&D adquiere en el mercado fácilmente un precio de 150 euros.
En algunas tiendas más razonables, es de entre 60 y 80. Creo que
sigue siendo caro, pero al menos la diferencia no es tan abismal. Yo
recuerdo que lo compré por 25 euros, precintado.
Retorno a la Tumba de los
Horrores. Yo
siempre había valorado bastante mal esta caja. Quiero decir, no la
Tumba original y eso. Entonces imaginaos mi cara cuando un conocido
me pregunta si 50 euros esta bien por ella. 50 pavos... En ebay la
ves hasta por 80 euros. Si, si comparamos con las anteriores es hasta
“el precio razonable”. Yo la adquirí precintada. Por 6 euros. Es
una caja de hace casi 20 años. Si es de segunda mano ha sido usada,
manoseada y no se ha invertido en ella. Es más, se ha explotado. 20
euros está bien. Más es especulación.
Conclusión
Es muy raro que un producto suba de precio con el tiempo (salvo el
vino, claro). Y con raro no quiero decir infrecuente, sino que no
tiene sentido. Es como si te compras una tele, la usas y la exprimes
y la vendes por el doble de su precio. No hay lógica que la
sostenga.
Así que nos atacan con sentimientos ilógicos, como el afán de
coleccionismo o la nostalgia. Pero yo os pido que no os dejéis
atacar. Que os defendáis en condiciones y dejéis que esas ofertas
se mueran del asco, porque esto solo envalentona a otros y hace que
alguien que quiere un suplemento viejo por parecerle útil, deba
recurrir a malos escaneos o a lulus o similares.
Comprad por un precio justo. No alimentéis la especulación.
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